Aunque no vivamos en Cerdeña, una pequeña presencia de esa isla nos une a la cultura de esas zonas. Quizás hayas oído hablar de él, o quizás hayas probado alguna preparación a base de este ingrediente verde. Hablamos del mirto, Myrtus communis, un arbusto de hoja perenne muy extendido en el matorral mediterráneo. Desde hace tiempo esta especie empieza a fascinarnos, no solo por su aspecto, sino también y sobre todo por su historia y por la tradición culinaria que la ve como un elemento imprescindible.
El mito
La imagen del mirto está estrechamente ligada a la mitología griega, que ve coincidir la etimología del nombre con la de Myrsìne, una joven que murió por golpear a un retador durante una competición deportiva y transformada por Atenea en un arbusto de mirto. A partir de aquí la planta se utiliza durante los Juegos Olímpicos para adornar las coronas de los ganadores. Incluso en la mitología romana, el mirto encuentra un lugar de honor, ya que se utiliza como para los griegos en la celebración de los triunfos. Pareciera entonces que Venus, diosa del amor y de la belleza, después de emerger de la espuma del mar, se hubiera escondido justo detrás de un arbusto de arrayán.
La cocina
Sin embargo, después de la antigüedad, el uso de esta planta en la tradición culinaria tuvo que dejar espacio para la importación de pimienta y luego de guindilla, volviendo así limitada a la cocina italiana, pero sobre todo sarda. En primer lugar cabe mencionar su uso en la elaboración del licor de arrayán, ya conocido y ampliamente elaborado en época romana. ¿Sabías que existen dos licores de mirto diferentes? De hecho, hablamos de licor rojo (de mirto) refiriéndose al que se obtiene macerando las bayas en alcohol; hablamos de licor blanco en cambio si la preparación se hace sólo con hojas y brotes.
El aroma del mirto también va bien con platos de carne, como caza, asados y cerdo, y con mariscos, como en el caso de la gamba roja de Alghero. Pruebe también la elaboración de la mermelada, excelente para empanadas. En Salento y Taranto, el sabor de la carne a la parrilla todavía se realza hoy con ramitas de mirto.
La planta
Myrtus communis es una planta arbustiva, aromática y rústica que crece espontáneamente en el área mediterránea y es particularmente exuberante en Cerdeña y Córcega. Myrtle es un espléndido ejemplo de planta ornamental tanto como arbusto aislado o árbol pequeño como seto. La abundante floración, que aparece a finales de primavera y se prolonga durante todo el verano, y la producción de bayas en otoño, hacen del arrayán un candidato válido para enriquecer tu jardín. De hoja perenne y resistente al frío, el mirto prefiere exposiciones soleadas y suelos bien drenados, no tolerando particularmente el estancamiento del agua.